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EL CORCHO Y LA SUBIDA A LA SUPERFICIE

Hacía tiempo que no escribía nuevas aventuras de la vida profesional cotidiana y eso ha sido a causa del «efecto corcho» que a continuación pretendo explicaros:

EFECTO CORCHO

A veces, los varapalos del día a día nos van hundiendo poco a poco, hasta sumirnos en la más absoluta profundidad de nuestra inseguridad.

Cuando de forma continuada, las personas o profesionales que te rodean, socaban tu autoestima y tu fuerza moral se va debilitando hasta hundirse en el fondo de tu alma torturada, parece que es el fin.

Normalmente, es de ley defenderse y no dejarse hundir por enemigos que a menudo valen menos que tu y eso lo sabe todo el mundo que te rodea, pero la noria de la suerte profesional a veces te sitúa arriba y otras por el contrario vas abajo.

Por supuesto que cuando se va abajo es porque te toca esa posición y no a causa de que tu hayas girado la noria del destino con poca fuerza. Es una mera cuestión de suerte de naipes; a veces salen blancas y otras veces negras.

Cuando nos van mal las cosas debemos luchar y defendernos, pues sabemos que vamos al fondo irremisiblemente y además nunca aparece esa mano de la superficie que te arria hasta ella, sino que deberemos flotar y nadar hacia arriba solos para conseguir el efecto corcho y no dejarnos hundir por nadie.

Un corcho lo es, por sus cualidades físicas y morfológicas de flotabilidad y material ligero. Ustedes deben procurarse de material ligero cuando se hunden, desprendiéndose de lastres que pesen y eliminando todo lo que no necesiten.

No necesitan el peso innecesario de acarrear los problemas de otros, no necesitan ropas o adornos pesados como sus altos endeudamientos, o sus valiosos vehiculos. Tampoco van a necesitar hundirse con pesadas e inútiles compañías, que lejos de ayudarles, les  van arrastrando más, al fondo con su peso muerto e innecesario.

Pues bien, ya están solos, y solo dependen de su cuerpo y su fuerza para nadar y flotar hacia arriba.

Si ustedes son fuertes, nadarán con convicción y durante el tiempo necesario sin darse por vencidos.

Llegarán a la superficie, sea la que sea la distancia que les separa, pero no olviden que su cuerpo debe de estar dotado de ligereza y flotabilidad, como el corcho y además ser impermeable a los problemas que le hunden. Con esas características conseguirán salir a flote tantas veces como sean hundidos por las duras corrientes de la vida profesional.

Pero aquí viene lo más interesante, cuando ustedes hayan sido capaces de subir a la superficie, acuérdense de que cuando estaban hundidos en el  fondo, alguien les ayudo y les insuflo una bocanada de oxígeno, que les permitió subir a la superficie.

 Incluso si esa persona es muy humana, valiente y desinteresada, seguro que le trasladó el oxígeno que él mismo necesitaba para salir a flote. Esa persona vale la pena y será también un corcho, pero debe de ser usted quien le dote de flotabilidad.

En cuanto este arriba, a salvo, no se suba a la balsa,  coja una buena bocanada de aire y vuelva al fondo a buscar a sus amigos que le ayudaron, aunque no le queden fuerzas; y hágalo hasta el agotamiento.

Eso les dará la medida de su tamaño como personas y profesionales, que otros valorarán, y les harán crecer, o si no fuera así, a usted le servirá para ser mejor persona y profesional.

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2 respuestas a «EL CORCHO Y LA SUBIDA A LA SUPERFICIE»

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